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Huilo Ruales Hualca. Los Kitos Infiernos

Huilo Ruales Hualca

“bésame en los párpados mientras abajo se desparraman los kitos-infiernos. lo extraordinario es que en esta ciudad nada es cierto. nada. se diría que un alguien omnisciente y travieso arroja, subrepticia y constantemente, piezas incompletas de un montón de puzles. nada encaja nunca. y crece y se reproduce y no muere. y eso es lo precioso. lo terrible. ciudad sin patas ni cabeza. su solo leitmotiv: el desdoblamiento. ciudad travesti. kito gay. además de ser mil-caras, doble-cara. loca de día y más loca de noche. hembraloba. kito drácula, precisamente aquí abajo se escinde, se descoyunta con hacha el kito de este siglo….. (En la tuentifour) en esta avenida culmina el kito que ya no sabe dónde meterse y empieza el kito nortícola que se mete donde le parece. este es el kito de los grandes hoteles. terrazas y finanzas. hasta el sol, aquí, trabaja como parte interesada. lo que no soportan sus asiduos oficiantes y feligreses es que no hay un muro-de-berlín para impedir que los otros kitos vengan a joder la fiesta”.

Es viernes para siempre Marilín (1997) en Historias de la Ciudad Prohibida, editada por Antares

Huilo Ruales Hualca nacido en 1947 en la ciudad de Ibarra, es uno de los  escritores ecuatorianos más importantes de la actualidad. Su obra transgresora, marginal y grotesca abarca desde la novela, las crónicas, el teatro, la poesía, el cuentos y lo microrrelatos. Su estilo retrata y describe a los sublimes personajes harapientos de las cotidianidades del lumpen. Es considerado uno de los escritores contemporáneos más importantes del "ekuador"; sus obras han sido traducidas al francés y al alemán. Actualmente radica en la ciudad de París.

Cuento

Y todo este rollo también a mí me jode, 1984

Nuaycielo comuel dekito, 1985

Loca para loca la loca (cuentos para despeinarse la cara), 1989

Fetiche y fantoche, 1994

Esmog: 100 grageas para morir de pie, 2006

Paquetecuento, 2010

Lo que el polvo se llevó, 2013

Teatro

Añicos, 1991

Novela

Maldeojo, 1998

Qué risa, todos lloraban, 2009

Edén y Eva, 2012

Poesía

El ángel de la gasolina, 1999 - Reedición 2018

Pabellón B, 2006

Grupa de cebra sin rayas, 2012

Ay que Viuda tan triste 2018

Crónicas

El alero de las palomas sucias: crónicas de mi guerra crónica, 2 tomos, 2013

Antologías

Historias de la ciudad prohibida, 1997

Cuentos para niños perversos, 2004

Vivir mata, 2005

Poemas negros, 2012

Ojoporojo, poemas sueltos, 2013

Huilo 1

 

Los impactantes cuentos de Huilo tienen como protagonista a los desposeídos. Esta circunstancia aparece en la literatura ecuatoriana y latinoamericana desde principios del siglo XX. En ese sentido; el indígena, el montonero o el obrero son tema fundamental de la literatura de Realismo Social de nuestro país. A partir de la década de los 70 con la modernización de las urbes de Latinoamérica, este rasgo se radicaliza y los oprimidos reconocidos por la sociedad, dan paso a nuevos personajes, aquellos cuya existencia ni siquiera es reconocida; y que rápidamente pueblan la periferia. En una entrevista el autor comentó seguir poco o casi nada a la literatura ecuatoriana, mencionando entre sus influencias importantes, a los poetas malditos. A pesar de ello, la obra de Ruales puede ubicarse en el contexto ecuatoriano como sucesora de la de Pablo Palacio.

Estos seres periféricos son tullidos, mendigos, putas, ciegos, delincuentes, seres deformes que reptan, entre otros. Son seres humanos que viven en condiciones cercanas a los animales, excluidos de Quito, forman su propio Kito, su otro Kito, la dualidad de la capital ecuatoriana. Las peripecias, tragedias y esperanzas de estos seres, se retratan en estos textos de forma noble y cruda, ahí estriba la grandeza del escritor. Violadores, borrachos, y hombres-rana provistos de una desalmada dignidad, una sombría ilusión y una espantosa soledad inherente a la especie. Para conseguirlo Huilo crea una dimensión lirica aparte. Sus formas narrativas representan a ese personaje enajenado de sus cuentos, al discurso extraoficial o más bien al anti-oficial y rechaza el uso de mayúscula, olvida signos de puntuación, usa apodos y escribe “malas palabras”. Combina de manera degenerada y preciosa las tradiciones escrita y fonética con un léxico popular y lírico. Sus narraciones además están llenas de simbolismos, se destaca la muerte del padre (todos sabemos la historia de su padre), el odio a la madre, la religión pisoteada (el alma al diablo, es la historia de Jesús, no el nazareno) la enajenación social y la esperanza de un mejor porvenir. Este último elemento se presenta como suicidio, Faraón, asesinato o edén azul (droga) para cambiar esta vida inmunda por ese mejor porvenir. Existen toques de vanguardismo, expresionismo, surrealismo e inclusive elementos del realismo mágico.

Huilo 2

 

El Alma al diablo es la historia de Jesús, un baldado de nacimiento, que en busca de unas cuantas gotas más de licor, no vacila (lo hace) en perder lo que restaba de su dignidad. Su silla de ruedas se convierte en una especie de símbolo del orgullo muy digno que guarda y que es lo último que un ser humano puede perder. En este caso, lo pierde de forma simbólica y literal; porque sin silla, este hombre-rana se condena a arrastrarse por callejuelas miserables, ensuciándose el cuerpo y el alma en los lodazales que deja el aguacero de los kitos infiernos. El cuento se narra en presente y en pasado. Jesús espera a que sus redentores, especímenes marginados, regresen con el dinero de la venta de su silla en una especie de delirius tremens que lo lleva a recordar pasajes de su vida. La santamadre, la ropa planchada y los billetes de lotería; o la doris-de-colombia, aquella prostituta que tuvo su merecido por burlarse de Jesús; o su estancia en la penitenciaria donde sería bautizado como “Jesús, rey de los judíos”. Al final la desesperación cobras sus víctimas en el propio Jesús y en doña clarita, dueña del bar que sirve de fondo a esta genial narración.

Es viernes para siempre Marilín es una descripción descarnada de kito, aquella ciudad de las sombras que entra en conflicto con la Quito, Luz de América. El narrador le cuenta a Marilín sus experiencias en la rutinaria y asfixiante. Marilín es un personaje que bien puede ser un espejismo, o una muñeca inflable vestida para una boda, o su alter-ego femenino de quien está enamorado. El narrador tiene una visión de una sociedad profundamente controladora, con una paranoica edípica y un terrible clima entre presidio y angustia. Es un cuento trepidante que nos lleva de un suceso gris a otro en esa terrible ciudad marcada por el conflicto entre la modernidad y las formas de vida que se resisten a ella. Es la narración de un personaje atrapado y con ansías de escapar de los kitos infiernos, decisión que al final correrá por su cuenta. Fragmento sobre kito:

“el kito surense que parece un océano sin horizonte en cuya turbulencia se hacinan como naves de inauditos colores sus viviendas de barro, cartón y viento. semanas enteras me encumbré por callejuelas atestadas de hambrientos y locos. por improvisadas ferias infectas de perras y legumbres. por las plazas bullangueras donde se arruma la gente corriéndose del sol y buscando abrigo en el hedor a frituras. por aquel otro kito, derrotado e inocente, de las cantinas que crecen como niguas en las bastas de los barrios opulentos, desolador kito de los desposeídos en cuyos cepos hipan, trastrabillan y se encogen cual signos de interrogación viejos alcohólicos y pobres diablos, que tratan de salvarse de la vida y de la muerte a través de la nave del olvido. y ese otro kito que no tiene nombre aparte de su propia tenebrosidad —el anverso, el anvexo, la substancia del infierno—: el kito infierno aquel donde resopla la bestia humana entre el cuchillo, la maldad y la rockola. en donde cohabitan retrógadas, pesquisas y malandrines. kito truhán ke entorna la penitenciaria, rueda y se enreda en chicherías, cárceles y prostíbulos, hasta la veinticuatro de mayo. oquedad en donde se entiende, mejor que en un diccionario, el sentido de la abyección"

Es viernes para siempre Marilín (1997) en Historias de la Ciudad Prohibida, editada por Antares

Huilo 3

 

Que risa, todos lloraban es una novela corta que sigue la autobiografía de un muchacho de secundaria que se dice “el payaso”. Vive rodeado de personajes un tanto extraños en una casona de Albura, algún sitio dentro del inmenso kito. Tiene un sabor a realismo mágico que disfruté bastante y un toque de humor negro fenomenal. El “payaso” es un chico que hace reír no sólo por sus bromas, sino también por su rostro que refleja una melancolía que da risa; y más todavía contando chistes con ese rostro tragicómico. Convertido en el “hazmereir” de la familia y la escuela, debe huir además del acecho de su prima la “mudadelia”; una enana con retraso mental, fuerza de caballo y risa babeante y estruendosa que lo persigue por las callejuelas, para estrecharlo en sus brazos como gesto de cariño. Un cuento bastante trágico que garantiza una buena dosis de carcajadas.

“el ángel de la gasolina”, es un poemario del poeta y narrador Huilo Ruales Hualca, publicado originalmente en 1999, y re-editado en 2017 con un tiraje selecto (bajo pedido) que alcanzó los 150 ejemplares, distribuidos y firmados por el propio autor. “El hombre de los pómulos agudos / se encorva / no de años / de tanta poesía / pese a que conoce la inutilidad de la palabra”, palabra que lleva al lado oscuro, siniestro y espantoso. Huilo combina los juegos esperpénticos y sublimes con deleite, creando su universo lírico particular; pero más que creación, es explosión. El universo de Huilo Ruales no es creación terminada, es un Big-Bang infinito devorándose la cola cual Uróboros. Un universo que devora los sueños de la humanidad con la apariencia de ciudades colosales. Es la ciudad el lugar en donde suceden las perversiones más repugnantes, y por ello, las más agradables y exclusivas.

El libro sigue la historia del “ángel de la gasolina” (conocido es que Ruales no utiliza mayúsculas en su obra, ni en sus estados de facebook). Dejaré que se presente: “yo soy el único ángel triste que aspira / no otra cosa sino gasolina / y respeta como el que más al prójimo / pese a que siempre es viernes / pese a que palpo huérfana mi encía / y el tiempo ya no es sino polvo / ceniza y más ceniza”, se erige el ángel con alas invisibles, rey de los decrépitos con espíritu radiante, que no es bueno ni malo: es un ente anómalo y taciturno que “fornica y defeca al mismo tiempo / compra y mata con la misma boca”. De su origen vespertino cercano al ombligo del mundo, se sabe poco: “nací en el lado oculto de un circo peruano / la carpa bramaba de lluvia / como si ella me estuviera pariendo / apenas emergí pese a la placenta / y a la sangre mi madre advirtió que su hijo / sería clown hasta la muerte”.

Los temas y el estilo de Ruales son la cotidianidad interrumpida, el cuestionamiento de la belleza lírica y la palabra en sí, a través de la palabra fatídica que lo convierte en uno de los escritores ecuatorianos más aclamados y leídos en la actualidad (uno de los más famosos alcanzó apenas 150 lectores, eso da cuentas del lamentable y reducido interés por las letras en Ecuador). Este poemario sacude al lector que ávido, atraviesa estas 150 páginas, y al salir por la contraportada, se cuela algo en él de entre las sombras: no de esas fantasmagóricas; sino de aquellas humanas y reales, las de aquella estirpe condenada a la miseria y soledad, soledad inasible e inherente a la especie: “otras veces incontables los poetas / esperan a una mujer toda la vida / sin escribir un solo verso / sin que ella llegue”.

Huilo 4


Y por supuesto, estos poemas, como dice el también escritor ecuatoriano Fernando Escobar Páez, “se cagan en los poetas de cafetín y en los burócratas culturales”. Son un ferviente alegato de la degradación, una arenga a la oscuridad y un clamado perenne al puterío: “Putas a favor de nosotros los desamparados / líbrennos de la luz / oscurézcanse de nosotros”

Los fragmentos “entre comillas” están tomados al azar del libro “ángel de la gasolina” escrito por Huilo Ruales Hualca.

Dirección, producción y textos: Fernando Endara I.

 

 
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