Proyecto de investigación

“Una mirada a la ruralidad en la región tropical y andina: los sectores de producción de café, maíz y cultivos ilícitos”

Profesores responsables
PhD Roberta Curiazi, docente e investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo y Economía Aplicada – CEDEA, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO Ecuador (Quito, Ecuador).
PhD José Roberto Alvarez Múnera, docente e investigador de la línea de estudios rurales del Grupo Territorio de la Universidad Pontificia Bolivariana – UPB (Medellín, Colombia).

Antecedentes
En el marco de actividades conjuntas realizadas entre 2019 y 2020, entre ellas un seminario de estudios rurales para el Doctorado en Ciencias Sociales de la UPB, los profesores Curiazi y Álvarez han logrado consolidar un diálogo en el tema de la ruralidad en la región tropical y andina finalizado a reflexionar sobre temas actuales y a responder a unos interrogantes sobre la evolución de las respuesta del mundo rural frente de los desafíos pero también de las oportunidades que se han ido generando a lo largo de los últimos decenios y también en consecuencia de los recientes acontecimientos que han caracterizado el mundo entero.

Presentación del proyecto
La ruralidad es un tema de interés en Colombia a lo largo de su historia. De hecho, es uno de los asuntos más influyentes en su definición identitaria, social y política. Es muy singular ser campesino o empresario rural en este trópico de variantes en sus pisos térmicos. Una verdadera y maravillosa pluralidad en la que se conjugan diferentes visiones de propiedad, uso, prácticas, producción y organización territorial.

¿Es posible dimensionar, pensar y actuar en esta amalgama geográfica y económica, encontrando líneas de desarrollo comunes? Y ¿cuál lección podemos aprender de un estudio geográfico-económico e histórico de realidades productivas rurales cuyas características y dinámicas han seguido un iter a veces paralelo al de mercado, proponiendo directamente desde el territorio alternativas que les permitieran sobrevivir según sus propios mecanismos de resiliencia?
Sin duda Colombia es un país eminentemente rural, que contradictoriamente prioriza otros intereses en sus procesos de ordenamiento territorial y orientación de su vocación económica. Este proyecto quiere entonces proponer un esfuerzo analítico por valorar esta realidad y aportar un mayor conocimiento sobre estos medios rurales, ofreciendo una serie de reflexiones que puedan brindar una mirada más amplia sobre el dinámico, convulsionado y variado mundo rural colombiano y sus formas de producción, según un proceso de continua adaptación a la complejidad de su medio.

Enfoque de la propuesta
La presente propuesta de trabajo es fruto de un intercambio de ideas entre docentes de posgrado de FLACSO Ecuador (Quito) y la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín), para promover en las ciencias sociales una mayor profundización de las temáticas de desarrollo socio-económico territorial rural con enfoque en visiones ‘alternativas’, que mezcla la lectura geográfico-económica con las dinámicas históricas que se han dado en el territorio a lo largo de su evolución según una visión holística del mismo, o sea, como sistema en continua transformación sobre la base de la interacción entre variables que lo componen y del rol más o menos protagónico de unas variables con respecto a otras dentro del contexto territorial. Este tipo de contextualización es fundamental a la hora de entender y analizar cualquier proceso que se da dentro un espacio de vida – o sistema-territorio -, en que se interrelacionan actores y sus organizaciones sociales y económicas, ambientes, factores sociales y culturales, política e instituciones.

La ruralidad es un tema sensible desde hace ya varias décadas en Colombia y en el mundo. En particular en el país, porque a pesar de su dependencia de lo que el campo es y produce, éste pareciera renegar e ignorar su incidencia en el desarrollo de sus territorios y en su viabilidad en el siglo XXI. Los recientes esfuerzos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, “Colombia rural: razones para la esperanza” (2011); el tercer Censo Nacional Agropecuario (2014), y la Reforma Rural Integral propuesta en el Acuerdos de Paz de 2016, evidencian desde sus lógicas esa magra realidad. Entre los asuntos faltantes, derivados de esa indiferencia o desinterés por la ruralidad, está la reflexión sobre cómo entender y ordenar su diversidad territorial.

El proyecto de investigación se propone entonces aportar una reflexión contextual y teórica de estos territorios, brindando una lectura atenta de los problemas sociales, económicos y territoriales del campo colombiano.

Por otro lado, la aplicación del enfoque geográfico en la descripción de los procesos de desarrollo socio-económico rural impone mirar al territorio como a un conjunto de especificidades locales y de “alternativas de uso”, que resultan ligadas a elementos diferenciales presentes en eso. Interpretar un sistema-territorio y analizar su potencial de desarrollo implica entonces centrar la atención en la existencia de precisas relaciones funcionales entre variables endógenas, constitutivas del sistema, y variables exógenas, externas al sistema, que interactúan según un flujo continuo y dinámico de intercambios de elementos y factores territoriales con su entorno, y que hacen el territorio un potencial ‘tanque’ receptor y exportador de desarrollo.

De hecho, la impostación neoclásica aplicada a estudios en materia de desarrollo económico-productivo ha contribuido a consolidar una visión demasiado simplificada del espacio y de su dimensión geográfica y temporal. Según este enfoque el espacio geográfico se presenta como “algo” indiferenciado, en donde se colocan actividades y fenómenos económicos en un cierto lapso de tiempo; sin embargo, el territorio es algo vivo, un sistema abierto y cerrado al mismo tiempo, que evoluciona según procesos que se dan en respuesta a las solicitaciones que llegan desde su interior y, contemporáneamente, a las “perturbaciones” – positivas y negativas – que llegan desde su exterior. Los estudios de desarrollo socio-económico y productivo desde la perspectiva local, y según un enfoque sistémico-territorial, han puesto nuevamente de relieve esta dimensión como la más adecuada para lograr una correcta interpretación de los hechos territoriales, y como herramienta de soporte en la implementación de una eficaz planificación y política para el desarrollo rural según cada contexto de referencia. Aprender a leer y analizar un sistema territorial complejo significa, por ende, saber individuar las variables territoriales determinantes para el desarrollo económico-productivo y social – y ambiental de consecuencia -, interpretar las dinámicas que se dan en eso según ciertas relaciones funcionales entre factores y actores territoriales, y distinguir entre diferentes formas de articulación y localización geográfica de fenómenos socio-económicos y ambientales dentro y fuera del sistema-territorio. Esto implica ponerse en la lógica de un análisis geográfico descentralizado, que requiere moverse a partir de contextos territoriales finitos e insertados en ámbitos espaciales específicos, cuyas características se convierten en una parte integrante de una “alternativa estratégica” para orientar decisiones económicas, políticas, sociales y ambientales de desarrollo en base a la demanda de los lugares, a sus dinámicas socio-económicas y a los recursos localmente disponibles – tangibles e intangibles -.

Reivindicar la importancia del territorio como la dimensión más apropiada para la construcción de un proceso de desarrollo significa, en última instancia, fortalecer un nuevo conjunto de potencialidades que pueden responder mejor, de manera innovadora y competitiva, a los retos impuestos por el mercado global.

Es decir, volver a pensar el desarrollo como un proceso complejo de consultas entre los actores territoriales-económicos, políticos y sociales – involucrados, que tejen sus relaciones dentro de los límites de un territorio determinado y caracterizado por la presencia de ciertos recursos y de un cierto potencial productivo, con el fin de impulsar un proyecto de desarrollo que asimila varios objetivos: el crecimiento económico, la calidad de la vida, la equidad, el cambio social y cultural, la sostenibilidad económica, ambiental y social, y la eco-compatibilidad con el espacio de vida.

Objetivo general
Sistematizar la gran variedad de información recolectada a lo largo del tiempo y en constante contacto con los territorios y las organizaciones sociales y económicas involucradas, y realizar con esa una serie de productos investigativos:

  1. Un artículo sobre geografía y características productivas del sector cafetalero en Colombia, en el que se resalte la recuperación de la caficultura en el contexto actual de la pandemia.
  2. Un artículo sobre la experiencia colombiana de sustitución de cultivos ilícitos (coca), derivado de un estudio realizado por una tesis de la Maestría en Desarrollo de la UPB.
  3. Un artículo sobre la transición de la autonomía productiva a dependencia de las importaciones de maíz en la región.

Objetivos específicos
Delinear las tendencias prevalecientes dentro del desarrollo rural tropical y andino colombiano con respecto a:

– sectores productivos (café, coca, maíz);
– cultura productiva;
– organización productiva;
– impacto en términos de desarrollo socio-económico territorial.

Metodología

Se brindará una lectura de tres casos que representan tres formas de desarrollo rural características de dimensiones espaciales y territoriales pertenecientes al territorio andino y tropical colombiano.
Para la estructuración de los tres artículos previstos se juntará el estudio de caso con una recopilación de datos en clave histórico-geográfica, que permitirá identificar mejor los factores territoriales que más han incidido en una vocación productiva territorial más que otra.

El análisis de los fenómenos a estudiar se realizará según el enfoque geográfico-económico y de la historia de empresa dentro del contexto rural, con una lectura en clave de desarrollo socio-económico territorial local del medio rural. Esto permitirá detectar las interrelaciones existentes histórica y geográficamente entre ciertas variables territoriales que dibujan el contexto de referencia, y entender la contribución de estas variables en plantear diferentes vías y líneas de desarrollo. Las mismas se gestionarán como parte integrante de un sistema-territorio complejo, caracterizado por una cierta evolución histórica que ha determinado ciertos fenómenos y dinámicas territoriales, entre ellos profundamente diferentes, que son directa emanación de la historia social, política y productiva de estos territorios.

Por cada caso:

a) se identificarán los actores o grupos de actores territoriales presentes y determinantes dentro del ámbito social y productivo en clave histórica y actual;
b) se intentará entender cuáles relaciones, y de qué tipo, existen entre ellos, y finalizadas a qué cosa;
c) se recopilará un camino histórico de desarrollo hacia una cierta vocación productiva con el auxilio de datos cuali y cuantitativos, que permitirán ver la evolución de ciertos indicadores;
d) se reflexionará sobre el tipo de desarrollo que se dio en respuesta a esta vocación productiva y la que hay ahora en camino, y si la vocación se ha quedado la misma y por qué;
e) se definirá cuáles han sido los factores determinantes para el desarrollo hasta hoy (¿Se puede hablar de desarrollo? Y ¿en qué sentido tenemos que hablar de desarrollo dentro de estos contextos? ¿Cómo podemos y tenemos que leerlo e interpretarlo?);
f) se indicará cuáles pueden ser las perspectivas futuras de desarrollo para estos territorios, tomando en cuenta los problemas que siguen afectando a estas realidades, pero también las oportunidades que se encuentran en ellos, y cuáles direcciones se están tomando para seguir en el proceso de desarrollo (¿o sólo modernización sin real desarrollo?) de estas zonas.